Los mitos de la violencia doméstica en los hombres

Por ESTHER SAMPER (SHORA)
Actualizado 20-05-2008 09:29 CET

Un estudio publicado en la American Journal of Preventive Medicine muestra que el maltrato en hombres es mucho más frecuente de lo que se piensa. Los resultados desmienten cinco mitos muy unidos a esta violencia doméstica.
Hoy ha aparecido un estudio del American Journal of Preventive Medicine que llama bastante la atención entre tantos estudios de violencia doméstica en mujeres y sus efectos en la salud: un estudio sobre la violencia doméstica en hombres y los mitos que la acompañan.
Es innegable que las más frecuentes víctimas del maltrato doméstico son las mujeres. Pero nunca hay que olvidar que ese maltrato también existe, en un porcentaje sensiblemente menor, en hombres y que, además, viene acompañado por muchos estigmas sociales que echan atrás al hombre para denunciarlo. Se enfrentan a un ridículo que no debería existir y a un término (el de "calzonazos") cuando se atreven a dar parte de su maltrato.
Si la violencia doméstica en mujeres queda muchas veces oculta, aquella que se produce en hombres no se queda precisamente atrás. La sociedad, los medios de comunicación e incluso las leyes favorecen la protección de las mujeres víctimas de la "violencia de género". Un término que lleva ya implícito el sexo del verdugo y la de la víctima. ¿Pero qué pasa cuando las tornas se cambian y no es una mujer la víctima?
No sólo los hombres están olvidados en los ámbitos anteriores. En los estudios científicos, también se los ignora. No existen apenas investigaciones sobre la frecuencia y consecuencias de la violencia doméstica en hombres. Por esa razón, Robert J. Reid lideró varios estudios sobre el maltrato en hombres, de la misma forma que ya lo habían hecho anteriormente con las mujeres y plasmar así sus 5 principales mitos y darles un mensaje de ánimo. "Queremos que los hombres abusados sepan que no están solos".

Mito 1: Pocos hombres experimentan la violencia doméstica.
En realidad, son muchos más de lo que se piensa. 400 entrevistas telefónicas realizadas con detalle y aleatoriamente mostraron unos datos que sorprendieron a los propios investigadores: El 5% había experimentado violencia doméstica el año pasado, el 10% en los 5 años atrás y un 29% alguna vez en su vida. Los investigadores incluyeron en la violencia doméstica los abusos no físicos: Amenazas, comentarios despectivos crónicos y comportamiento controlador. Y también los abusos físicos: Bofetadas, golpes, patadas y sexo forzado.

Mito 2: El abuso en hombres no tiene efectos graves.
Los investigadores encontraron efectos graves y duraderos sobre la salud mental de los hombres. Los abusos no físicos pueden provocar un daño duradero. Los síntomas depresivos eran tres veces más comunes en los hombres que habían experimentado abuso con respecto a aquellos que no. Y aquellos que habían sido maltratados físicamente tenían una depresión aún más severa.

Mito 3: Los hombres maltratados no se quedan, ya que son libres de irse.
Al igual que ocurre con muchas mujeres, que no son capaces de abandonar la relación, también muchos hombres continúan con su relación después de años y múltiples episodios de abusos.

Mito 4: La violencia doméstica sólo afecta a pobres.
Como se evidenció en los estudios realizados previamente en mujeres y como se ha confirmado en hombres, la violencia doméstica afecta por igual a todos los sectores de la población, ya sean ricos o pobres.

Mito 5: Ignorar el problema hará que desaparezca.
Muy raramente habrá un médico que pregunte a un hombre si está siendo maltratado y éste, en la mayoría de las ocasiones, tampoco contará nada. Las expectativas sociales de que los hombres sean duros y tengan el control hacen que se sientan avergonzados. Pero es una tendencia a la baja: Los hombres jóvenes informan del doble de abusos que los hombres por encima de los 55 años.

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